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Raid sierras del suroeste. Mérida 2008

13 y 14 de Septiembre

 

Como todos los comienzos fueron duros, muy duros, pero sirvieron para engancharnos y darnos cuenta de lo apasionante que puede llegar a ser el mundo de los Raids.

Esta fue nuestra primera prueba y así fue como lo pasamos:

I Raid Sierras del Suroeste. Mérida 13-14 de Septiembre. 7ª Prueba de la Liga Española de Raids de Aventura.

Toda nuestra historia comenzó en Septiembre de 2008 en Mérida. Llevábamos mucho tiempo con ganas de hacer una prueba Multiaventura, siguiendo algún que otro calendario de pruebas pero al ser siempre por la zona del norte de España y teniendo en cuenta lo difícil que era ponernos de acuerdo lo íbamos dejando pasar.

A mitad de verano Alberto nos empezó a movilizar (o a engañar) para que probásemos en una prueba que se iba a realizar cerca y sin saber muy bien de que se trataba, ni como, ni por qué, nos inscribimos para participar.

Para nosotros era algo totalmente desconocido aunque nuestro amigo Bote nos había dado algunas indicaciones, de hecho no sabíamos que era eso de correr con planos, camelback(qué es eso), la brújula y mucho menos utilizarlo todo al mismo tiempo, hacía años que ninguno montábamos en bici, en la vida habíamos hecho rappel, tirolina... y aunque estábamos acostumbrados a correr a pie, esto era una historia muy diferente.

Nada más llegar el viernes por la tarde-noche a la Plaza de España de Mérida nos dimos cuenta del nivel de la prueba y de la preparación de los participantes. Al llegar al albergue estábamos asombrados del material que llevaban, como colocaban y organizaban todo para el día siguiente, en cambio nosotros sólo estábamos preocupados de tomar unas cervezas y comer algo. Dispuestos a irnos nos avisan porque iba a dar comienzo un 'briefing', una reunión técnica para ver el desarrollo de las pruebas. Durante la charla nosotros íbamos cogiendo conceptos y comprendiendo el funcionamiento de las hojas de ruta, revisando los mapas porque no entendíamos mucho, y no nos explicábamos tantos kilómetros, tantos puntos en el mapa, tantos dibujitos, la gente preguntando unas cosas muy raras... y es que nos habíamos metido en una prueba del campeonato de España(toma!!!), no sabíamos lo que nos esperaba. Evidentemente en ese momento no nos desanimó tanta información que no entendíamos porque eran ya las doce y media de la noche...nosotros a lo nuestro...seguíamos pensando tan sólo en comer. Pasada la 1 de la mañana terminó y nos fuimos por Mérida buscando algún sitio donde nos diesen de comer tan tarde. De vuelta al albergue nos tuvieron que abrir las puertas la organización flipando de que eran las las 4 largas de la mañana, nosotros contentillos de las cervezas y con ganas de cachondeo el día antes de la prueba. En estas condiciones propias de una "mini liada" empezamos a preparar el material para la competición mientras Alberto intentaba entender los planos, haciendo cálculos de la ruta...

A la mañana siguiente como era de esperar nos levantamos tarde y nos fuimos para la Plaza de España, tarde no, tardísimo. Allí empezaba todo a las 10 de la mañana. Casi sin tiempo para desayunar y nos fuimos colocando las mochilas, pasando los controles y riéndonos del revuelo que había levantado una de nuestras bicis de la comunión, era lo más fotografiado de la plaza.

Esta prueba no fue dura sólo por ser la primera sino porque al pertenecer al Liga Española de Raids de Aventura la dureza de las etapas y su kilometraje nos hizo polvo. A esta dureza se le añade que nos perdimos prácticamente desde la línea de salida, haciendo 15km más de bici en el primer tramo, perdiéndonos en la sierra durante 5 horas, 4 horas sobre el tiempo estimado por la organización para ese segundo tramo, sin agua, sin saber orientarnos con los planos que había pinturreado Alberto con bolígrafo, que era el único que no estaba ahí en ese momento, sin poder volver hacia atrás después de todo lo que habíamos pasado...con el calor que hizo el 13 y 14 del septiembre pasado...nos quedó como consuelo el encontrarnos con el otro equipo de 'Vila Raiders', 'Bicivoladores' otro equipo y también de Olivenza, es decir, eran las 16 horas y llevábamos desde las 10 de la mañana dando tumbos y nos fuimos a encontrar los tres equipos de Olivenza en medio de una sierra inmensa. Fue entre todos, la ayuda de las vías del tren y algún cálculo extraño fue como conseguimos salir de allí. Eso fue sólo por la mañana, por la tarde nos espabilamos un poco y lo hicimos bastante mejor, sin tener en cuenta el comienzo del kayak que íbamos dando vuelta sobre nosotros mismos en vez de avanzar, pero sólo un ratillo. Fue al final de la tarde cuando nos sentamos en el suelo de la plaza a las 20 horas, nos parecía mentira todo lo que habíamos hecho, todo por lo que habíamos pasado, todo lo sufrido y la de risas que nos echábamos, recordando todas esas anécdotas junto a nuestras incondicionales asistencias, sorprendidas de que estuviésemos de una pieza viéndonos llegar pálidos transición tras transición.
Aunque tuvimos muchos problemas no nos pasó nada grave, sin contar los cortes, las quemaduras solares, vómitos o alguna deshidratación que otra pero es que no llevábamos material adecuado para este tipo de competiciones, nada más que una bici propia de 6 que íbamos, incluso alguna de ellas sin frenos y sin que funcionasen los cambios y sin repuestos para pinchazos. La iluminación nocturna era totalmente improvisada antes de comenzar: linternas con cinta aislante en el manillar de la bici o colgadas del cuello con un cordel, algo espectacular.

Por la noche fue una etapa corta de 22 a 1 de la noche. Aunque reventados físicamente pudimos poner en práctica todo lo aprendido con los tropiezos del día y lo aprovechamos para que no se nos escapase ninguna baliza, pasamos bastante bien por las pruebas especiales por lo que nos divertimos más y quizás encontramos el sentido a esta forma de hacer deporte.

El domingo fue algo muy suave (Randobike), incluso lo hicimos después de tomar unas cervezas para recuperarnos.

Y por último lo que mejor se nos da en estas pruebas: disfrutar de la comida que ofrece la organización.

La verdad es que fue un fin de semana llena de anécdotas, que sirvió para meternos en este mundillo, pero sobre todo para disfrutar con amigos de un tiempo que cada vez nos es más complicado de disponer.